Las lenguas se interrelacionan y se influyen mutuamente. Las circunstancias políticas y culturales hacen que una lengua sea dominante en un periodo de la historia y ejerza una fuerte influencia en las lenguas que están dentro de su esfera de dominio.
Como decíamos en el post sobre Loan words & Borrowings, actualmente el inglés es el idioma universal de la comunicación, de la red, de la ciencia, de la tecnología y de los negocios. Tiene el mismo papel de lingua franca que tuvieron en su momento el latín o el francés.
El español toma palabras prestadas de otros idiomas. Los prestamos lingüísticos del inglés se llaman anglicismos. Son muy comunes entre los adolescentes, debido a la influencia que los medios de comunicación tienen en la manera de hablar y expresarse; son también frecuentes en el lenguaje técnico por las aportaciones que los países de habla inglesa hacen a la investigación científica y al desarrollo de las nuevas tecnologías.
Aunque vamos a centrarnos en el vocabulario, los “anglicismos” son también expresiones o rasgos característicos de la lengua inglesa usados en otra lengua -como por ejemplo, en el español-, el uso indebido de preposiciones, el orden incorrecto de palabras, el uso excesivo de la pasiva o el uso inapropiado de los verbos.
Ejemplos de anglicismos son: email, parking, hippy, bestseller, chat, smartphone, jeans, blog, cash, thriller, OK, CD, banner, etc.
En el campo de la informática, la capacidad de la lengua inglesa para crear palabras compuestas y unir nombres y adjetivos es más eficaz y descriptivo que el español que necesita insertar preposiciones y artículos. Por eso los prestamos lingüisticos como: software, hardware, Bluetooth o dumping.
A veces adoptamos anglicismos y los empleamos como si fueran propios del español, como en el caso de “whiskey”, “logo”, “baseball”, “flash”, “link”, “followers”, “influencers”, etc.
Algunos anglicismos de uso cotidiano poseen sus equivalentes en español, como “enlace”/link, “Güisqui”/whiskey, “teléfono inteligente”/ smarphone, “PC”/ordenador personal, etc., pero no los utilizamos y preferimos utilizar anglicismos, aunque la Real Academia de la Lengua Española recomienda utilizar las palabras equivalentes.
Es fácil que ciertos rasgos lingüisticos de la lengua origen entren en el español a través de la traducción, por lo que el traductor tiene que estar alerta para no transvasar palabras, gramatica y otros rasgos linguisticos al español cuando están traduciendo. A veces utilizamos vocablos naturalizados a partir del inglés de manera errónea creyendo que son correctos o pensando que provienen del inglés, cuando no es así, como en el caso de footing, cuando lo que queremos decir es jogging. Más ejemplos:
- “Zapping”: channel hopping.
- “Puenting”: bungee-jumping
- “Flipper”: pinball machine
- “Smoking”: dinner jacket (Reino Unido); tuxedo (Estados Unidos)
- “Parking”: car park (Reino Unido); parking lot (Estados Unidos)
El fenómeno de que los anglicismos penetren en español es más obvio en el español oral que en el escrito, y más a nivel casual o slang que en el más formal y académico.
Y tu..¿Corres o haces jogging con regularidad?